En el mundo industrial, la eficiencia energética no solo depende del consumo total de energía, sino también de cómo se consume. El factor de potencia industrial es uno de los indicadores más importantes para entender la calidad del uso energético y su impacto directo en los costos operativos.
Un factor de potencia bajo puede generar penalizaciones eléctricas por parte del proveedor de energía, además de ineficiencias y sobrecargas en la red interna. Por eso, comprender qué es, cómo medirlo y cómo corregirlo es clave para lograr un verdadero ahorro en consumo industrial.
¿Qué es el factor de potencia?
El factor de potencia (FP) es la relación entre la energía activa (la que realmente realiza trabajo) y la energía aparente (total suministrada). Se expresa en un valor entre 0 y 1.
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Energía activa (kW): potencia útil consumida
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Energía reactiva (kVAR): potencia usada para mantener campos magnéticos (innecesaria para el trabajo real)
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Energía aparente (kVA): combinación de ambas
Un FP cercano a 1 indica un uso eficiente de la energía. Si baja de 0.95, muchas compañías de electricidad aplican penalizaciones por el exceso de energía reactiva.

¿Por qué se produce un bajo factor de potencia?
El bajo FP es causado principalmente por el uso de equipos inductivos, comunes en entornos industriales:
- Motores eléctricos
- Transformadores
- Variadores de velocidad
- Sistemas de iluminación fluorescente
Estos equipos generan un desfasaje entre la corriente y la tensión, lo que reduce el aprovechamiento real de la energía.
Consecuencias de un factor de potencia bajo
Tener un FP ineficiente puede provocar:
- ⚡ Penalizaciones eléctricas por parte del proveedor
- 🚧 Sobrecarga de transformadores y cables internos
- ❌ Disminución de la capacidad instalada de la planta
- 📉 Pérdidas energéticas innecesarias
Todo esto se traduce en mayores costos, menor vida útil de los equipos y menor eficiencia general del sistema.
¿Cómo mejorar el factor de potencia?
La corrección del factor de potencia se logra a través de dispositivos que compensan la energía reactiva:
1. Bancos de capacitores
Son la solución más común. Al instalar capacitores en paralelo con la carga inductiva, se equilibra el flujo de energía y se mejora el FP.
2. Filtros activos de potencia
Estos dispositivos eliminan armónicos y compensan la energía reactiva en tiempo real, especialmente en instalaciones con alta variabilidad.
3. Variadores de frecuencia (VFD)
Además de controlar el consumo de los motores, ayudan a estabilizar el FP. Más detalles aquí: uso de VFD en eficiencia energética
Relación entre factor de potencia y eficiencia energética
Mejorar el FP es parte esencial de una estrategia de eficiencia energética industrial. Una instalación con buen FP:
- Reduce su factura eléctrica
- Libera capacidad eléctrica instalada
- Opera con menos pérdidas energéticas
Esto impacta positivamente en la sostenibilidad y en la rentabilidad operativa.

Conclusión: Un indicador que no puedes ignorar
El factor de potencia industrial es mucho más que un número en tu medidor. Es una señal directa de cómo está funcionando tu sistema eléctrico. Si no lo vigilas y corriges, podrías estar pagando más por una energía que no se está aprovechando.
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